En esta expedición, por razones logísticas y por el incremento de peso a facturar en el avión, se decidió que la mayor parte de comida se compraría en Chengdu donde teníamos un contacto que nos podía proporcionar los alimentos.
La comida del país puede no sentar bien a todos los estómagos, ya que en muchos platos el picante abunda. Lo mismo ocurre con la comida de altura, la que muchos de vosotros/as conoceréis como comida liofilizada. Para asegurar la jugada y no arriesgar todo a una carta, se decidió llevar desde Barcelona gran parte de la comida de ataque a la cima. Consisten en sobres de fácil preparación, con un buen y abundante aporte energético. Basta con abrir el sobre, echar agua dentro (más o menos caliente según el plato), cerrar unos minutos y listo para comer en el mismo sobre.
Estos mismos sobres ya habían sido degustados con anterioridad por nuestros compañeros de EGAN en el Aconcagua, así podemos estar seguros de que la comida que hemos seleccionado les gustará y no traerá complicaciones estomacales.
Eyyy Xaviii! Que soc la Merce de Dolomites!! Ayyyy aquelles bones pizzes de Cortinaaa!
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