Si en una expedición se
dispone de un buen presupuesto, las comunicaciones no tendrían por qué ser
ningún problema. Pero cuando el lugar es remoto y el presupuesto es mínimo la
cosa se complica un poco más.
Nuestros compañeros/as consiguieron a última hora
hacerse con un teléfono satélite del año de la “chinpun”. Una llamada vía
satélite cuesta un riñón y como nuestros chicos son muy espabilados han
conseguido que podamos enviarles mensajes de un máximo de 140 caracteres previa
instalación de un programa especifico que un “experto” de la informática como
yo no acaba de entender (suerte que hay ingenieros en la expedición).
El panel solar y la bateria portátil |
Todos
estos instrumentos se han de alimentar a través de alguna fuente de energía,
para ello utilizan un panel solar plegable de una altura de 264mm por 200mm de
ancho y 19mm de grueso. Este panel (el “SolarGorila”) no tiene porque
permanecer quieto en un sitio, está preparado para colgarlo de una mochila de
forma que se alimente de la luz del sol durante los desplazamientos. Con él
pueden alimentar los teléfonos, baterías de cámaras o el portátil que se
llevaron porque viene con un montón de conectores capaces de hacer felices a la
mayoría de ingenieros informáticos.
De momento no tenemos noticias del portátil. Para
que este fuera compatible con el instrumental que llevaban necesitaban uno con
un programa Windows antiguo que no pudieron encontrar. Xavi disponía de algo
parecido pero pesaba un montón (volvemos al tema del presupuesto y el exceso de
equipaje) así que el portátil paso por quirófano y se le extrajo todo lo que pensaban
que no era necesario (¡¡¡la noche antes de salir!!!). Lo cierto es que ahora
mismo no sabemos si el paciente (el portátil) vive o no, las comunicaciones son
muy escasas y estamos sin fotos, pero estamos seguros que la situación mejorará.
Muchas gracias por la tarea de poner a nuestra disposición la información de los integrantes de la expedición así como el conocimiento de la zona y los medios. Gracias a ello me siento más próximo a lo que estan viviendo y cómo.
ResponEliminaEnric Peris